Biografía

Nacido el 29 de Septiembre de 1997, en San Cristóbal (Táchira, Venezuela), desde niño, Jesús Enrique creció rodeado del mundo de la Tauromaquia gracias a su padre Jesús Colombo, que fue matador de toros y al que el propio Jesús Enrique le cortó la coleta en su despedida.

‘Me gusta mucho Enrique Ponce y ‘El Juli’, también ‘El Fandi’, del que siempre he admirado su poder en banderillas y ahora tengo una gran amistad con él’.

Los primeros años fueron los más bonitos de su carrera, donde todo era como un juego que al final se convirtió en una forma de vida, ‘mi infancia fue maravillosa’.

Siempre ha querido ser torero, desde bien pequeño lo tuvo claro. Así hasta que en 2012 llegó a España e ingresó en la Escuela Taurina de Madrid, gracias al convenio suscrito entre dicha escuela, el Círculo de amigos de la Dinastía Bienvenida y la Cátedra Libre de la Tauromaquia de la Universidad de los Andes, donde permaneció un año y medio. Debutó sin picadores en Deba (Guipuzcoa) el 16 de Agosto de 2014, frente a reses de La Ventana del Puerto, cortando dos orejas a su primero y siendo ovacionado en el segundo.

En 2015 salió de la escuela de Madrid, fue ahí cuando Juan Ruiz Palomares le empezó a apoderar. Debuta con picadores en la Plaza San Marcos de Aguascalientes (México), el 18 de Marzo de 2015, siendo ovacionado en su lote.

A partir de ahí, los años 2015 y 2016 fueron años de rodaje donde toreó novilladas muy fuertes sobretodo en el denominado ‘Valle del Terror’ donde se fraguó como novillero.

‘Trato de interpretar el toreo como lo siento, lo más clásico que lo pueda hacer’

En 2017, Colombo se presenta en Madrid, en la Feria de San Isidro, donde el palco le priva de unos trofeos ganados a pulso y la afición le encumbra después de dos faenas que cautivaron e ilusionaron a los tendidos. Es justo en ese momento cuando la temporada de Jesús Enrique despega hasta llegar a las 43 novilladas, presentándose en todas las ferias y consiguiendo triunfos de mucha importancia como el de Madrid, Santander, Gijón o Pamplona.

Con la alternativa en las puertas, Colombo sufrió una fortísima cornada en la plaza de toros de Valencia, partiéndole el muslo e impidiéndole así la culminación del sueño de la alternativa en Zaragoza, junto a Enrique Ponce y Cayetano.

Todo se vino abajo, pero fue Jesús quien animó a toda su cuadrilla, tratando de asimilarlo con la ilusión puesta en Lima y se recuperó en poco más de un mes, acortando los plazos médicos notablemente.

Tomó la alternativa en la Feria del Señor de los Milagros de Lima de manos de Sebastián Castella y con Ginés Marín como testigo, frente a toros de El Puerto de San Lorenzo.

‘El tercio de banderillas es algo que llena en la corrida, trato de ejecutarlo de forma vistosa, tratando de gustar al público y siempre con la máxima verdad’.

El 2018 fue una nueva etapa en su vida, la primera como matador de toros, muy importante, con compañeros diferentes y enfrentándose a toros, que mucho cambia en comparación a los novillos. 

Al poco tiempo de doctorarse, Jesús Enrique Colombo entra en la historia de San Cristobal tras encerrarse con seis toros y salir triunfador del festejo. En Europa, toreó 17 corridas en su primera temporada, con tardes importantes como la de Fallas en Valencia, en su presentación como matador en Europa, donde cortó una oreja y dio una vuelta al ruedo tras fuerte petición bajo un diluvio. También cortó oreja en cosos importantes como Nimes ó Dax. Confirmó en Las Ventas junto a Enrique Ponce y Sebastián Castella, con toros de Garcigrande – Domingo Hernández, y al día siguiente completó su segundo paseíllo en la monumental, en la denominada como ‘Corrida de las Naciones’, donde dio una vuelta al ruedo.

La temporada 2019 no fue fácil para Colombo, centrada en América y con corridas en Europa con hierros legendarios como el de Prieto de la Cal o Samuel Flores, con los que triunfó cortando tres orejas. Puso el broche al año el 12 de Octubre en Las Ventas, jugándose su futuro ante una corrida de Valdefresno. Conectó desde el principio y rozó la Puerta Grande cortando una oreja y dando una vuelta al ruedo tras una fuerte petición y bronca al palco.

Días más tarde, Jesús Enrique se separaba del que había sido su apoderado desde el 2014, Juan Ruiz Palomares. En Noviembre de ese mismo año, comenzaba su apoderamiento por Nacho de la Serna.

Llegó el 2020 y tras una sobresaliente temporada americana la pandemia paralizó la actividad taurina. Jesús tan solo sumó una tarde en agosto, en la que triunfó y demostró que no había cesado en su preparación.

El curso de 2021 comenzó en la plaza francesa de Istres, donde cortó una oreja tras una sensacional actuación que le valió para ser repetido unos meses después, donde cortó tres orejas siendo la revelación del año, sumadas a sus tardes en Bayona o San Martín de Crau, plazas en las que también pudo dejar su sello.

Su regreso a Las Ventas en la Feria de Otoño frente a la corrida de Victorino Martín y un arrollador paso por la Copa Chenel, donde logró un segundo puesto tras enfrentarse a toros de José Escolar, Adolfo Martín, Prieto de la Cal, Zacarías Moreno, José Vázquez o Aurelio Hernando le hizo volver a la boca de todos los aficionados. 

Con el 2022 llegó el momento de refrendar todo lo hecho hasta el momento y así fue: Cuatro orejas en Bayona, Mejor Estocada en San Fermín y Dos Puertas Grandes en Mérida (México) son solo algunos de los titulares de una temporada en la que, de 37 corridas de toros, logró salir en hombros en 24 tardes, acariciando además el triunfo en plazas como Pamplona o Lima, donde paseó un apéndice. A final de temporada, Colombo y Nacho de la Serna ponían punto y final a su relación de apoderamiento.

La temporada 2023 comenzaba con el acuerdo de apoderamiento con Roberto y Jean François Piles. Una temporada con un golpe en la mesa de máxima importancia el 14 de Julio en la Feria de San Fermín, donde logró salir en hombros tras cortar dos orejas a la corrida de Miura. Junto a este hito, Colombo sumó éxitos en Azpeitia, Ejea de los Caballeros y la mexicana Mérida, entre otros y tardes de importancia en cosos como Bayona y Mont de Marsan.