Colombo salió en hombros de Mérida, en su primera tarde como matador en México, tras cortar tres orejas al lote de Pastejé.
Dos estocadas fulminantes pusieron el broche a dos faenas en las que Jesús no se guardó nada, vibrante desde el comienzo, llevó al público a su máximo punto de ebullición en el tercio de banderillas.
Resultado final: Oreja y Dos Orejas.
¡Gracias México!